Intocables 3

Los intocables no usan su propia ropa, no son dueños de sus pertenencias... paradójico... todos los días reciben grandes bolsas de ropa, mantas, juguetes, zapatos... de niños que por alguna razón ya están cansados de jugar con lo mismo o ya están cansados de llevar esa misma chaqueta.

Curioso destino el de vestir a un intocable con una camiseta de alta gama... o zapatos de marca que ellos mismos no entienden ... da igual porque ellos no eligen la ropa que se les pone, ni el calzado ni el juguete, ellos sólo viven.

Esa ventana abierta de la foto es la ventana por la que se escapan miles de sueños cada noche, es la ventana del viaje efímero y eterno que emprenden nada más nacer.

Ellos no pueden ni siquiera cerrarla cuando tienen frío. O abrirla cuando hace calor. Sólo pueden esperar a que llueva o salga el sol.

Desde aquí y con todo esto quiero agradecer y reconocer el valor de esas personas que dedican algo de parte de su tiempo y de sus vidas para ir hacia esa ventana y hacer de ella una puerta de salida, una vía de escape y una oportunidad de vida. Reconocer que todas las personas por el simple hecho de haber nacido son personas con el mismo derecho de crecer cada día.

Los intocables siempre estarán ahí esperando...siempre.